martes, 22 de abril de 2014

Tatuajes y microimplantes inteligentes

Tatuajes y microimplantes inteligentes

Hoy hay un cierto crecimiento de dispositivos que catalogamos como cuantificadores que nos ayudan a hacer un seguimiento del ejercicio que hacemos pero la biotecnología está yendo un paso más allá.

Hablamos de la integración del Internet de las cosas en el campo de la medicina gracias a sensores tan finos como un tatuaje que pueden ayudar a los médicos a realizar un seguimiento en todo momento de la salud del paciente. De hecho, científicos de EE.UU., Suiza y Corea ya están probando diversos prototipos: un sensor de temperatura, otro en forma de lentilla que monitoriza la posible existencia de glaucoma, un marcapasos alrededor del corazón que funciona cuando es necesario o bien un implante que controla el dolor tras una operación y se disuelve sin causar daño cuando ya no se necesita.


A día de hoy estamos viviendo un cierto crecimiento de dispositivos que catalogamos como cuantificadores que nos ayudan a hacer un seguimiento del ejercicio que hacemos pero la biotecnología está yendo un paso más allá. Hablamos de la integración del Internet de las cosas en el campo de la medicina gracias a sensores tan finos como un tatuaje que pueden ayudar a los médicos a realizar un seguimiento en todo momento de la salud del paciente.
De hecho, científicos de EE.UU., Suiza y Corea ya están probando diversos prototipos: un sensor de temperatura, otro en forma de lentilla que monitoriza la posible existencia de glaucoma, un marcapasos alrededor del corazón que funciona cuando es necesario o bien un implante que controla el dolor tras una operación y se disuelve sin causar daño cuando ya no se necesita.

Tecnología flexible, la base de esta biotecnología

A día de hoy esos dispositivos que se están probando en distintos laboratorios de Estados Unidos, Suiza y Corea son posibles gracias a los avances en electrónica flexible y ultradelgada. De esta manera se evita tener que “enchufar” al paciente a máquinas vía cables de los sensores o de alimentación para los mismos.
A día de hoy tenemos sensores básicos que están incorporados en pulseras y que son capaces de controlar el ejercicio que hacemos o incluso el pulso cardíaco como por ejemplo en Gear Fit de Samsung. Sin embargo la llegada de aplicaciones médicas más sofisticadas harán que los dispositivos inalámbricos sean capaz de monitorizar los signos vitales de forma más continua.
Los investigadores comentan que aún podríamos estar a una década hasta que los implantes electrónicos flexibles se aprueben para los humanos, pero este tipo de parches digitales prometen hacer el seguimiento de las constantes del paciente más portátil y un procedimiento menos intrusivo.

Lo que está por venir

El Dr. Rogers y sus colegas han sido capaces de reducir el equipamiento para realizar un electrocardiograma, que habitualmente requiere un carrito con un dispositivo de monitorización y un cierto número de conexiones a modo de parches que se sitúan en el paciente.
De ello han pasado a un pequeño parche a modo de tirita que se queda adherido a la piel del paciente y que transmite los datos de manera inalámbrica. También están probando un termómetro digital capaz de detectar cambios del metabolismo al minuto gracias a las variaciones del calor corporal.

Más información en:  http://www.xataka.com